Bono sintió que había "disparado en la cabeza de U2 en frente de todo el mundo". En Irlanda, se dedicó a manejar su automóvil unos días, no podía comunicarse con nadie, angustiado por su actuación. Siguió pensando que hay millones de personas que mueren de hambre, y dudando de qué estuvo haciendo actuando en algo tan inútil como una banda de rock.
Mientras viajaba por Irland,conoció un hombre viejo que sabía muy poco sobre música; este se dedicaba a ser escultor. Casualmente, el hombre trabajaba en la pieza que denominó "El Salto", una obra dedicada a la escencia del Live Aid a través de la imagen de U2, ellos dieron la idea para la obra, mediante Bono, quién fue el que la inspiró al saltar al público.
Después de esta experiencia, Bono volvió a su hogar y se alegraba al oír el comentario de que la parte de Live Aid que recordaban mejor era en la que Bono saltaba entre la gente y abrazaba a una afortunada chica del público.